El sistema económico está formado a) por el conjunto de agentes económicos, b) los factores productivos y los bienes y servicios que se intercambian en los mercados y c) por las instituciones (normas sociales o legales) que regulan los mercados. La palabra mercado tiene un doble sentido. Por una parte es el espacio de encuentro entre los que ofrecen y demandan factores productivos o bienes y servicios. Pero los economistas solemos llamar “mercado de X” al conjunto de agentes que ofrecen y demandan el bien, servicio o factor productivo X. Obsérvese que por “sistema económico” no nos referimos solo al sistema actual; estas explicaciones serían igualmente válidas para describir al sistema económico del Imperio Romano o de la Babilonia de Hanmurabi.
El flujo circular de la economía explicado con una visión crítica
En la representación de la maquinaria del sistema económico se utiliza el esquema denominado flujo circular en el que las líneas (o “tuberías”) describen flujos de riqueza entre los agentes económicos. La parte exterior muestra las relaciones entre las familias y las empresas. Las familias envían los factores productivos al mercado de factores en donde son adquiridos por las empresas. De las empresas salen los bienes y servicios hacia su mercado para ser consumidos finalmente por las familias. Los flujos de factores y de bienes y servicios se llaman flujos reales y en el gráfico están representados por las tuberías externas. A sus contrapartidas en dinero, las rentas y el gasto de las familias, se les llama flujos financieros y están representados por las tuberías internas.
Esta descripción del sistema económico es justamente rechazada por la Economía Feminista. Los intercambios de bienes y servicios se producen no solo en los mercados sino también, aunque sin contrapartida monetaria, en el seno de las familias y en otras formas de relación social. No puede ser considerado trabajo tan solo al que se ofrece en el mercado. El objeto de estudio de la economía no puede ser tan solo el estudio de los mercados y los flujos que tienen contrapartida financiera sino todos los procesos que producen y distribuyen los recursos necesarios para sostener la vida y generar bienestar.
En el esquema se muestran también las relaciones del Estado con los otros agentes. El Estado regula y controla las familias, las empresas y los mercados, ofrece y demanda factores y bienes y servicios pagando o cobrando por ellos al igual que las familias o las empresas. Pero a la vez detrae los impuestos y entrega subvenciones a familias y empresas.
Los sistemas económicos se distinguen entre sí por las instituciones que los caracterizan. Por instituciones nos referimos al conjunto de leyes y normas de conducta (escritas o no) que rigen a los agentes y los mercados. Puede haber muchas clasificaciones de sistemas económicos según las instituciones que el economista quiera utilizar para diferenciarlos. La más conocida es la que propusieron Marx y Engels: comunismo primitivo, salvajismo o barbarie, esclavismo, feudalismo, modo de producción asiático, capitalismo, socialismo y comunismo. Pero 150 años después de su elaboración esta propuesta de clasificación resulta muy confusa e imprecisa.
Estudiar la economía significa estudiar en detalle cada uno de los componentes del sistema. La Microeconomía estudia las razones del comportamiento de las familias como consumidoras (la utilidad y la demanda), las empresas como productoras (los costes) y los mercados de factores y de bienes y servicios. Cuando estudiemos la Macroeconomía, el esquema del flujo circular nos servirá para entender cómo se mide la producción y la renta nacional y cómo puede influir el Estado manipulando los flujos.
El modelo del flujo circular, especialmente la versión esquemática que se ha presentado aquí, es demasiado simple porque no tiene en cuenta muchísimas cosas tales como el hecho de que las familias pueden ahorrar, reduciendo el flujo, o endeudarse. Tampoco se considera la existencia de otros sistemas nacionales con otros Estados que están interconectados. El esquema que hemos representado es el de un solo país, lo que se llama una economía cerrada, es decir, sin relaciones económicas con otros países. Pero en realidad en el mundo actual todos los países tienen sus economías abiertas en mayor o menor grado y se relacionan entre sí mediante instituciones que estudia la Economía Internacional. Actualmente vivimos en un sistema económico global en el que todas las familias, las empresas y los Estados del mundo están interconectados directa o indirectamente.
Tampoco queda reflejado en el esquema las relaciones con la naturaleza y eso es una limitación de enorme importancia a tener en cuenta. Como subraya la Economía Ecológica, esa maquinaria económica está absorviendo recursos y emitiendo residuos en un entorno medio ambiental sensible, que se ve afectado, se modifica y evoluciona como consecuencia de su actividad.
Obsérvese que los iconos del gráfico representan de forma esquemática solo las instituciones: la institución familia, la institución empresa, la institución mercado, la institución impuestos. El sistema económico está formado también por las personas que forman parte de esas familias, que trabajan en las empresas o en el Estado y que se relacionan entre sí no sólo mediante las instituciones económicas. El sistema social en su conjunto es un enorme ser vivo, un inmenso Leviatán, en el que palpita la vida y los seres humanos nos amamos o nos odiamos, competimos entre nosotros para tener más poder, creamos nuevas vidas y provocamos la muerte de otras.